Compartir
Vista Previa

Últimamente he estado recibiendo muchas preguntas.

Esto no tendría nada destacable si no fuera porque normalmente, por este trabajo, la preguntona soy yo.

Y porque, entre todas esas preguntas, me lanzaron una especialmente comprometedora.

Una pregunta sobre mi trabajo, sobre el futuro y sobre el dinero.

Decía así:

«Si te dieran a elegir entre ganarte la vida escribiendo y vivir de ello, o ser rica y no preocuparte más por el dinero, pero teniendo prohibido escribir ¿con qué te quedarías?»

Más que la pregunta, lo controvertido quizás sea mi respuesta.

Escucha.

Hace unos cuantos años, antes de que yo supiera pronunciar copywriting, mi madre enfermó.

De la enfermedad pasó a una baja que se alargó más de lo que ella esperaba.

A eso, se le sumó el cansancio y la impotencia de haberse llevado toda una vida trabajando para que ahora le faltaran las fuerzas y la asaltaran los dolores desde que sonaba la alarma por las mañanas hasta que le tocaba volver a la cama.

Después, le siguieron los malentendidos con su empresa.

Más tarde, como consecuencia, una depresión que ella solo achacaba a estar cansada.

Con el tiempo y con mucho esfuerzo, volvió al trabajo.

Con ganas de volver a sentirse útil, me decía.

Pero con su propio cuerpo enviándole señales porque, igual, a partir de ahora estar despierta significaba simplemente estar cansada. Más que nunca. Agotada.

Hasta próximo aviso.

Unas semanas atrás, hablando por teléfono, me dijo que las cosas en su empresa habían cambiado.

Que pasaría todo diciembre con un par de días de descanso.

Ni uno más.

Dos días de descanso para todo un mes de trabajo.

Entonces, a la pregunta de arriba…

¿Dejaría de escribir como modo de ganarme la vida y de ayudar a los demás a que consigan lo mismo para siempre, aunque lo disfrute como lo hago?

Si eso significara asegurar la situación financiera de mi familia para poner sobre la mesa todo lo que necesiten…

Dejaría de escribir.

Sin dudarlo.

Ahora bien, como esto es una pregunta hipotética en la que cada uno fantasea como quiere y como puede…

Yo seguiré escribiendo para quienes también tengan un negocio con el que vender y vivir mejor.

Porque la vida no hay que ganársela.

Solo hay que vivirla.


PD: Quizás lo hayas notado, quizás no. La gente está muy ocupada en las fiestas, como debe de ser.

En estas fiestas ni estoy ni voy a enviar emails con la misma frecuencia. Tampoco estoy ni estaré ofreciendo servicios de momento. Los mensajes los estoy respondiendo en un margen un poco más amplio, también. Si me has escrito y todavía no has recibido respuesta, no te preocupes: va de camino.

Mis queridos clientes y mi queridísima familia me reclaman tiempo, atenciones y cualquier minuto libre que quede de mis días de 24 horas.

Para todo lo demás, estoy a un clic.

Sara Castillo

Si quieres dejar de recibir estos emails, siempre puedes darte de baja o cambiar tus preferencias.

Recibes este email porque en su día te suscribiste en www.soysaracastillo.com. Debes saber que los datos que has utilizado para suscribirte serán gestionados por mí, Sara Castillo Rodríguez. La única finalidad es ofrecerte información sobre copywriting, email marketing y estrategia de marca, además de promociones de mis servicios como copywriter. Recuerda que tienes derecho a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos repondiendo a este mismo email.



Email Marketing por ActiveCampaign